A2-6 FEMINISTAS A DEMANDA

Nuestra madre, a la que muchxs de vosotrxs conoceréis por haberla visto en bastantes de nuestras obras y por acompañarnos a muchas inauguraciones, es una mujer inquieta y se apunta a la mayoría de actos culturales a los que pueda llegar a pie o en autobús, ya que no conduce. Hace unos meses, en los actos de conmemoración del día de la mujer en Sagunto, ciudad en la que hemos vivido y tenemos el estudio, nos contó una de las intervenciones de una mujer feminista, Begoña San José, quien habló de la convención CEDAW (protocolo sobre la eliminación de formas de discriminación hacia las mujeres).

A nuestra madre le pareció muy valiosa la conferencia sobre este tema. En la rueda de preguntas final, alguien apeló a que parece que hayamos retrocedido en muchos aspectos, como la violencia de género adolescente, entre otros. Begoña San José asintió y comentó que en varios aspectos habíamos atrasado, que incluso conocía a mujeres “inteligentes” que daban de mamar “a demanda”. Mi madre se quedó perpleja por ver que nosotras mismas seguimos la lactancia a demanda pero somos igualmente feministas. Nosotras recordamos las clases en la facultad estudiando las feministas de la igualdad y las de la diferencia que hoy cobra más sentido para nosotras. Con todo, nos parecía un tema para ser comentado al sentirnos aludidas como feministas y madres que damos pecho a demanda.

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Por un lado, según estudios científicos y organismos de la salud como la OMS declaran los beneficios para lxs bebés y las madres al dar de mamar a demanda.(1) Cuando nuestras madres nos tuvieron (fuimos la generación del biberón), se les indicaba que había que dar de mamar cada 3 o 4 horas, y en todo caso, ante cualquier complicación, se aconsejaba, a la ligera, la lactancia artifical. Este “horario” provocaba dos hechos evidentes en la lactancia materna: uno, en los primeros meses de vida del bebé aumenta riesgo de hipoglucemia y dos, en las madres puede provocar mastitis debido a la subida de la leche y no vaciar los pechos.

Por otro lado, ¿qué implica respecto a los avances alcanzados por la mujer anteriormente? pues implica la dependencia completa de la madre, la atemporalidad, la dedicación al cuidado, posible abandono del trabajo porque las leyes no fomentan la lactancia materna…  Sí, es cierto que al dar de mamar a demanda renuncias a ciertos beneficios (hay otros muchos que se ganan), pero no hay que olvidar que esos beneficios a veces son a imagen y semejanza de una sociedad y ritmo creado por hombres y hay procesos biológicos y personales que nos diferencian, entre ellos la crianza (al menos en los primeros meses de vida de nuestros hijxs) con necesidades específicas.

Nosotras no vemos que haya una separación de estos aspectos y no podamos luchar a la misma vez por la lactancia materna y los derechos de la mujer y ser FEMINISTAS A DEMANDA. Se podrían encontrar alternativas para aunar esta lucha, la cotización por el cuidado de lxd hijxs, la baja maternal  de al menos 6 meses (período recomendado para la lactancia materna exclusiva), la baja paternal con la misma duración que la materna, flexibilidad en el horario laboral, trabajo desde casa, llevarse al bebé al trabajo, trabajar por objetivos no por horas… lo ideal sería pues ya no una cuestión de limitación política y laboral, sino de elección personal.

Ahora, siendo madres, más que nunca reivindicamos la adaptación de estos hechos biológicos a la vida laboral para poder criar a nuestrxs hijxs de primera mano y darles lo mejor que el cuerpo de la mujer crea para ellxs.

(1) http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/lactancia-materna-demanda

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